Navidad, Navidad... Todos a comprar...

Ofertas por doquier, gente de aquí para allá, créditos para comprar, bolsas más bolsas menos, todos corriendo a última hora, pero... ¿Alguien sabe por qué se produce ésta locura? Ya sé, más de alguna persona me diría, es que ya estamos en navidad, pero... ¿Realmente se le puede echar la culpa a la navidad por el excesivo consumismo que se produce en diciembre? Yo creo que no, porque el verdadero sentido de la navidad no es quien hace el regalo más grande, más costoso, o quien complace más con un obsequio, sino el recordar y celebrar el nacimiento de Jesús, o sea es una fiesta de alegría para el mundo cristiano y de reflexión para compartir con la familia, pero como se habrá perdido la orientación de éstas festividades, que hoy ateos, partidarios de sectas, etc, "celebran" éstos días, pues son fechas de intercambiando de regalos. Ese es hoy el gran sentido del 24-25 de diciembre.
Los regalos en nöel son una muestra simbólica de los regalos que le ofrecieron los reyes magos al niño Dios en su llegada a este mundo, y es por eso que siglos atrás, un cura, se le ocurrió hacer y regalar humildes juguetes a niños pobres, porque ellos representaban la "cara de Jesús", y luego de ahí nace la tradición de San Nicolás, del viejito pascuero, papá nöel, etc... Nace a manera de evocar lo ante mencionado, no para hacer una competencia de quien se endeuda más o de quien compra más, a veces un pequeño regalito, algo hecho con cariño para la persona querida, o incluso (mis favoritas) una tarjeta expresando nuestro sentir a las personas nos harían sentir mucho mejor de alma.
Atrevánse a pasar una navidad en familia, dejándose sentir el cariño de los unos a los otros, quizás no recibamos todas las cosas materiales que deseábamos, pero les aseguro que la alegría del alma no se compara con nada.