Un rato bajo el tren para mirar el paisaje...

Estoy de vacaciones en mi trabajo, y aunque tengo que ir igual a clases, he decansado más de lo que lo he hecho en mucho tiempo.
Desde hace ya más de dos años tomé la responsabilidad de, aparte de ser estudiante, trabajar, lo cual ha sido todo un desafío, en especial el primer año, sobretodo para una persona como yo que jamás tuvo que hacer ni su pieza, sólo dedicarse a sus estudios... Pero con el tiempo uno le va tomando el gusto a la pega, y por ende a esforzarse el doble en clases, y obviamente al dinero, que aunque no sea mucho, vaya que sirve tener lo propio.
Yo soy bien hiperkinética, me gusta mantenerme ocupada, por lo que conjugar las dos, a lo que me acostumbré, me cayó de lujo, tanto así que empecé a tomar más responsabilidades en ambos lados sin problema alguno, y no me afectaba para nada el hecho que las vacaciones de un lado, no me coincidían en el otro.
El año pasado tuve un traspié, por lo que tuve que congelar mi carrera, así que en el segundo semestre sólo trabajé, pero en vez de descansar, y para dejar mi frustración estudiantil de lado, trabajé el doble.
En fin, mis vacaciones en un sector, me han servido para enfocarme más al otro y vice versa, y sin darme cuenta me estaba postergando como persona, siempre estaba tan cansada que mis cortos ratos libres no hacía mucho o salía con mis amigos, pero esos ratos de soledad con mi música que tanto bien me hacen, habían desaparecido...
En estos días libres de trabajo, y sin proponérmelo, me he dedicado harto tiempo (Igual ha ayudado que estoy en la recta final de mis estudios, por lo que tanto horario fijo no se tiene), he pensado mucho, me he relajado y le he dedicado tiempo a una de las cosas que más me gusta hacer: Escuchar música, y que ésta me acompañe durante mis labores caseras, mientras pienso, recuerdo, río y lloro... Vaya que es sanador...
Ahora estoy a pocos días de seguir mi vida como siempre, pero eso sí ahora espero no volver a perder estar en mi compañía...