De placeres y culpas

Todos guardamos un pequeño secretillo, que a veces compartimos con una o dos personas, es algo que muchas veces no va con lo que somos (O con lo que queremos proyectar), pero que nos encanta ver, escuchar, jugar, hacer o pensar... Me refiero a los placeres culpables.
Es imposible que alguna persona no tenga aunque sea uno, pero en todo caso este asunto es bien subjetivo, pues lo que para algunos es algo totalmente aceptable, para otros es algo que no debería pasarnos, pero que se nos hace absolutamente irresistible.
Yo tengo varios gustos que para muchos sería un placer culpable, pero que para mi es lo más normal del mundo, lo cual no significa que yo sea una excepción a la regla, al contrario, pues a pesar no tener atados con que encuentren "chulo" lo que me gusta, hay algo que si me da pudor aceptar que me provoca placer: He heredado de mi madre el gusto por ver teleseries, no me importan si son mexicanas, venezolanas, argentinas, colombianas o chilenas, me da igual, y aunque siempre sé lo que sigue después, es muy fácil para mi quedarme pegada viéndo alguna.
Para mi mamá ésto está lejos de causarle culpa, así que ella las disfruta a concho, no se hace atados, pero para mí, una próxima comunicadora audiovisual, es penoso, sobretodo porque soy la primera en notar todas las fallas técnicas y de historia que éstas tienen... Pero bueno no puedo evitar entretenerme con éstas, es que de verdad son muy divertidas y te hacen dejar la realidad de lado por un rato (Tratando de justificarme, para variar...Jejeje).
Acabo de dar un "valiente " paso al confesarme en éste escrito, a ver si ésto anima a alguien a declararse también culpable.